Coordinación y precisión son las dos características que definen la motricidad fina. Un desarrollo madurativo en los niños que comienza hacia el año y medio y en el que hay que trabajar a lo largo de los siguientes años para tratar de obtener logros más complejos que permitan al niño desarrollar al completo sus habilidades.

Es importante ayudar a los niños a desarrollar la psicomotricidad fina y para ello, lo mejor es hacerlo a través de juegos y sencillas manualidades con las que, además de entrenar, pasarán divertidos a ratos.

Una posibilidad para que el niño mejore la coordinación ojo-mano es hacer que practique insertando pequeños objetos o palitos en orificios.

¿Qué material se necesita?

  • Botes de diferentes tamaños. Podéis utilizar cajas de cartón, botes de cubiertos con agujeros, botes de chocolate en polvo, café, etc.
  • Pajitas de colores.

Pasos para su elaboración:

  1. Agujerear los botes por la parte superior o por los laterales.
  2. Atravesar las pajitas por los botes insertándolas por sus orificios.

Adjuntamos algunas imágenes de nuestros alumnos de 1-2 años realizando la actividad. Como veréis, están muy atentos y concentrados, pero, además, durante estos meses muestran unos grandes avances en su precisión y motricidad fina.

Os animamos a utilizarlo en casa, es muy sencillo y a los peques les encanta.